lunes, 1 de julio de 2013

Estética de la experiencia


Aguanta corazón. Resiste.
Yo esculpí en ti
con insistencia de abeja
que pecorea cantueso,
y olvidé mi rostro.
Por eso tengo esta cara
de entonces, de aquellos...
Resiste. Aguanta.
Hay donde agarrarse:
al ardor del clavo
que siento en el costado,
a la cola del viento que, 
como camisa de culebra,
se enreda por la hierba.

Y olvidé mi cara;
la cirugía necesaria
que va trazando el tiempo
con el instrumental del alma,
–sea lo que sea el alma–
ni ancila, ni herencia,
pellizcos de barro que se adhieren al rostro.


       Santos Jiménez   1/7/2013