Todo es silencio.
Un silencio que se ensancha
cuanto más lo escuchas.
Vuelvo y acompaño.
Traición sería no hacerlo.
Me ahogué de angustia.
Me revolqué en el fango
de las fuentes.
Es verdad que luego
el cantar del pinzón
fue lienzo de seda en el aire
que me secaba otra lágrima.